Tan simple.

Sus ojos se cruzaron con los míos, un escalofrió me heló la sangre, algo hay en esa mirada oscura que puede ser tan capaz de erizarme. El mundo alrededor se queja de su cuerpo, anhela lo que ya no puede tener y no valoro, el mundo anda a nuestro alrededor deseando un suspiro, un cambio y nacer de nuevo.

Y tú causaste eso en mi con esa mirada, me pregunte al instante si antes había notado que tu piel era mas viva que cualquiera y no encontré consuelo en mis pensamientos, parece ser que soy muy indiferente o tu simplemente me enamoraste y ni cuenta nos dimos, digo "dimos" porque pues todavía estoy en ese proceso de descubrir que me hizo tu mirada aquel día en aquel columpio en el que me encontraba sentada mirando al vació y tú pues que nunca te das cuenta de mucho y si lo llegas a hacer, seguro sera tu secreto. 

Nunca había notado antes esa mirada, esa que es de niño, que es tan triste y alegre a la vez. Hoy en día ha pasado mucho tiempo, muchas lunas como diría un poeta; de aquel día tan extraño en el que te vi de verdad mas con el corazón que con los ojos. 

Desde esa día te he querido y te he ignorado hasta que hoy en día, perteneces a mi vida mas que mis dramas absurdos. Puede que el sol se reflejara aquel día en tus ojos y  por eso me gustaron tanto, o puede también que ese día estaba tan frágil a sentir por desconocidos, quien sabe y que mas da si lo que yo realmente creo es que simplemente llamaste mi atención y me gustaste como solo pocos lo logran.