Caminaba por aquella calle, el corazón se detuvo al verlo.
Se saludan, arrogante.
El fue todo y ahora yo soy nada.
Un recuerdo que flota perdido en la galaxia del triangulo.
Ellos dos se ven siendo todo y no son nada.
Un saludo vació y temeroso.
Un nada, que es mentira.
Es que disfrazar el sentimiento es mas fácil que gritar "te extraño".
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